Programas sanitarios y genéticos marcan una nueva etapa del sector pecuario.
Monterrey, Nuevo León.- Al inicio del 2025, el gobierno estatal activó una ambiciosa estrategia para revitalizar la ganadería: se destinó un presupuesto histórico de más de 50 millones de pesos que incluye 10 millones para la compra de 400 sementales de alta genética, incrementando el apoyo por ejemplar de 17 mil a 25 mil pesos. Además, 25 millones adicionales serán destinados al repoblamiento del hato bovino con hembras, y otros 22 millones serán usados para reforzar la campaña contra el gusano barrenador, buscando recuperar el estatus sanitario perdido hace más de un año.
La recuperación del estatus sanitario y la apertura de mercados internacionales también fueron prioridad. El Senado y autoridades estatales impulsaron un convenio para restablecer la certificación sanitaria ante EE.UU., lo que permitiría la reanudación de exportaciones a finales de 2025. Esta pérdida había provocado una disminución significativa en las ventas de becerros —aproximadamente 30 000 cabezas— y una derrama económica de cientos de millones de pesos.
Además, se trabaja en una nueva Ley Ganadera que moderniza la normativa de 1994, la cual se encuentra obsoleta. Esta legislación busca fortalecer la trazabilidad, sanidad animal, movilización y competencia internacional del sector, y prevenir la entrada de amenazas sanitarias como el gusano barrenador.
Estos esfuerzos combinados muestran un claro interés por relanzar a la ganadería neoleonesa: con inversiones estratégicas, mejoras genéticas, coordinación interinstitucional y marco legal actualizado, el estado se perfila como uno de los polos agropecuarios más sólidos del país en 2025.